En la zona central, los Andes se ensanchan, dando lugar a las mesetas elevadas del altiplano y la puna, compartidas por Argentina, Bolivia, Chile y Perú. Desde el altiplano central hacia el norte del Perú y en Ecuador se vuelve angosta nuevamente y en Colombia se vuelve ancha al dividirse en tres ramales, Cordillera Occidental, Cordillera Central y Cordillera Oriental esta última continúa hacia noroeste entrando en Venezuela convirtiéndose en la Cordillera de Mérida. Desde el altiplano hacia el sur, la cordillera tiene dirección general norte-sur, zona en la que se hallan las montañas más altas. En el extremo austral, se curva y toma dirección este-oeste y se hunde en el océano Atlántico al este de la isla de los Estados.[5]
Se formó al final de la era Mesozoica, a finales del Cretácico tardío, por el movimiento de la convergencia de la placa de Nazca debajo de la placa sudamericana. En la configuración de su relieve han tenido más importancia los movimientos sísmicos y la actividad volcánica posteriores que los agentes erosivos externos. En la morfología actual se encuentran elevadas cordilleras, junto con extensos altiplanos y profundos valles longitudinales paralelos a los grandes ejes montañosos. Los valles transversales son escasos, salvo en los Andes argentinos-chilenos.
Muchos de los principales depósitos de minerales metálicos del mundo están asociados con bordes de placas convergentes, como los Andes o las montañas Rocosas.[cita requerida]
Etimología
El nombre Ande(s) aparece tempranamente en las crónicas para referir a la cadena montañosa y lo hace también en el segundo diccionario quechua de 1586.[6] Este uso deriva probablemente de manera directa del nombre de uno de los suyos o grandes parcialidades del Imperio inca, el Andesuyo o Antisuyu (que significa literalmente 'región de los antis'). Respecto de este último nombre, explica el Inca Garcilaso de la Vega en sus Comentarios reales lo siguiente:
Los reyes Incas dividieron su imperio en cuatro partes que llamaron Tihuantin-Suyu, que quiere decir “Las cuatro partes del mundo” conforme a las cuatro partes principales del cielo: oriente, poniente, septentrión y mediodía. Pusieron a la parte oriente Antisuyu, por una provincia llamada Anti que está al oriente, por la cual también llaman Anti a toda aquella cordillera de sierra nevada que pasa a oriente del Perú.
Inca Garcilaso de la Vega
Una propuesta etimológica extendida atribuye el nombre del Antisuyo a un término geográfico quechuaanti, que hoy en día significa 'oriente, punto cardinal por donde sale el sol'.[7][8][9] Es más probable, sin embargo, que el significado como punto cardinal se derive del nombre de la región geográfica y no al revés. El sentido de 'oriente' no aparece en ninguna de los vocabularios quechuas tempranos. De hecho, anti y anteruna aparecen en el diccionario del jesuita Diego González Holguín apenas definidos como 'habitante de los Andes'.[10] Es probable, entonces, que Andesuyo ~ Antisuyo deriven de un topónimo o del nombre del grupo étnico anti (lo que a su vez requiere ser explicado etimológicamente).
La relación entre las palabras de pronunciación similar anti (pronunciado [antɪ] o [andɪ]) y anta [anta ~ anda], que significa 'cobre', es, por otra parte, muy dudosa.[11][12] Como anotó el filólogo alemán Johann Karl Eduard Buschmann, el quechua mantiene la a final en palabras compuestas, como en Antamarka ('provincia del cobre').[13][14].
La forma castellana, con letra d, revela que el préstamo se tomó de alguna variedad que presentaba el fenómeno de sonorización de oclusivas tras una consonante nasal (probablemente de la antigua variedad quechua chinchaysuya, el dialecto utilizado como lengua general en la época incaica), tal como ocurrió con otros quechuismos escritos hoy cóndor, tambo o pongo. Todos esos términos se pronuncian todavía en las variedades surandinas con oclusivas sordas: anti, kuntur, tampu, punku. La tradición garcilasiana, que suele restringirse a en sus étimos al quechua cuzqueño, ha atribuido incorrectamente esas sonorizaciones a una supuesta «corrupción» de los oyentes españoles, cuando en realidad se trata de un fenómeno plenamente quechua.
La capa sólida superficial de la Tierra, llamada litósfera, está dividida en fragmentos relativamente rígidos, llamadas placas tectónicas, que se mueven sobre la astenosfera, una zona relativamente plástica. Existen 15 grandes placas y más de 40 micro placas. Las placas incluyen una capa superior llamada corteza la que puede ser corteza oceánica o continental y así las placas pueden clasificarse en placas oceánicas y mixtas. La cordillera de los Andes se origina por la interacción de la placa oceánica de Nazca con la parte continental de la placa sudamericana. En la región central de los Andes, se encuentra el Oroclinal de Bolivia, una curvatura prominente que resulta de estas interacciones tectónicas.[15] En sus zonas norte y sur, también participan en el proceso las placas de Cocos, Antártica y la microplaca de los Andes del norte.
Los límites entre placas pueden clasificarse según el tipo de movimiento relativo entre ellas. Pueden ser divergentes, convergentes o de fricción. La formación de montañas continentales, proceso llamado orogénesis, así como los terremotos, tienen lugar en los límites convergentes. En estos pueden darse procesos de subducción o colisión. Los procesos de colisión tiene lugar cuando dos masa continentales se acercan entre sí. El proceso de subducción ocurre cuando una de las placas se pliega, hacia el interior de la Tierra, y se introduce bajo la otra. Los Andes se han levantado por la subducción de placas oceánicas por debajo de la placa Sudamericana. Las placas que actualmente son subducidas son la de Cocos, Nazca y la Antártica. La subducción de las placas de Nazca tiene una velocidad de 7-9 cm/año y la de la Antártica, de 2 cm/año.[16] Los procesos de subducción incluyen la generación de una fosa oceánica que en el caso de los Andes es la fosa de Perú-Chile o de Atacama.
La cordillera de los Andes posee actividad volcánica que están asociados a un ángulo de convergencia de las placas oceánicas mayor a 25°[16] y a la fusión parcial de la cuña del manto que suele ocurrir en zonas de subducción.
El margen occidental de Sudamérica había sido escenario de varias orogenias en distintas eras geológicas. Pero el proceso principal por el cual la cordillera ha legado a su configuración actual, denominado orogenia andina viene actuando desde el Jurásico hasta el presente. Con importantes periodos de reorganización en el Cretácico (hace 90 millones de años) y el Oligoceno (30 Ma).
A lo largo de su gran longitud, la cordillera de los Andes puede dividirse en sectores o zonas. Existen diversas zonificaciones de escala continental de acuerdo con diversos criterios que intentan transcender las divisiones político-administrativas, según la cual se suele hablar de Andes venezolanos, colombianos, ecuatorianos, etc.
Andes del norte o septentrionales: se desarrollan desde su extremo norte hasta el golfo de Guayaquil (4.º S) en Ecuador donde la dorsal de Carnegie toca el continente. En esta zona se encuentran los Andes venezolanos, colombianos y ecuatorianos. Presentan una ordenación de montañas en forma de abanico o de haz. Este segmento es el resultado de la compleja interacción entre las placas tectónicas Nazca, Caribe y Suramérica y elementos litosféricos discretos como el Bloque Panamá-Choco y el Bloque Norandino[19][20] que, según otros autores, constituyen sendas placas menores llamadas placa de Panamá y placa de los Andes del norte.
Andes centrales: se desarrollan entre el golfo de Guayaquil y el golfo de Penas (46° 30′), Chile. En esta zona se encuentran los Andes peruanos, bolivianos y gran parte de los argentino-chilenos. Esta zona es bordeada por la placa de Nazca la cual resulta subdividida por la dorsal de Nazca que es una dorsal volcánicamente inactiva (asísmica).[21] En esta zona la Cordillera Occidental y la Cordillera Oriental bordean las mesetas del 'Altiplano' y 'Puna'. Es la zona de mayor longitud y suele subdividirse en sectores norte, centro y sur.[22][23] Los Andes centrales incluyen, un segmento peruano que se extiende de noroeste a sureste llamado los Andes Centrales del Norte, y la una parte de los Andes de Chile y Argentina con dirección norte-sur llamada los Andes Centrales del Sur.[24]
Los Andes Septentrionales y Australes tienen menos de 150 km de ancho y menos de 2500 m de altitud promedio, mientras que los Andes Centrales alcanzan un ancho promedio de 800 km y altitudes mayores.[26]
Tanto los Andes septentrionales como los australes son llamados también Andes de tipo colisional, por haberse formado por la abducción de la corteza oceánica. Los Andes centrales corresponden a los llamados Andes de tipo andino, desarrollados por la subducción de la corteza marina.[27]
Otra criterio para establecer una zonificación la actividad volcánica. De acuerdo con este criterio, la cordillera de los Andes se divide en cuatro segmentos de actividad:[24][16][28]
Zona volcánica sur (33° - 46°) entre las latitudes de Santiago de Chile hasta la latitud del golfo de Penas.
Zona volcánica austral (49° - 55°) al sur del golfo de Penas.
Entre ellas hay zonas sin vulcanismo, que se relacionan con un ángulo de convergencia menor a 10° constituyendo 3 zonas de subducción horizontal o sub-horizontal y una brecha de inactividad Estas son, de norte a sur:[29]
Andes del norte: hasta una latitud de 15°S, incluyendo el norte del Perú
Andes centrales (15-33,5°S), que contiene los segmentos: Altiplano (15-23°S), Puna (23-28°S) y Cordillera Frontal (28-33,5°S);
Andes del sur (33,5-47°S) contiene los segmentos: Cordillera Principal (33,5-39°S) y Cordillera patagónica (39-47°S).
Andes australes (47-56°S)
Morfológica y geográfica
Otros autores[31][1] recuperan una zonificación diferente teniendo en cuenta los nudos orográficos, que son los puntos donde convergen varias cadenas de montañas y otros criterios geográficos.
Por su posición en las zonas geoastronómicas la cordillera puede dividirse en Andes tropicales y Andes extra-tropicales. Cruzando con la zonificación anterior, los Andes septentrionales y centrales son Andes tropicales, donde se desarrollan todos los pisos térmicos, que son los distintos tipos climáticos están relacionados principalmente con la altitud. Los Andes meridionales son Andes extra-tropicales.[32]
Andes septentrionales
Se caracterizan por tener cordones paralelos reunidos en nudos orográficos separados por profundos valles fluviales como en Colombia o encerrar altiplanicies como en Ecuador.[1]
Al sur de Colombia, en la frontera con Ecuador, los Andes constituyen una sola cordillera con picos volcánicos de hasta 5000 m s. n. m.; hacia el norte, en el nudo de los Pastos, se divide rápidamente en dos cordilleras llamadas respectivamente Occidental y Central —de esta última se desprende la Oriental—.
El brazo occidental, llamado serranía del Perijá, se desprende de esta hacia el norte formando la frontera natural colombo-venezolana y gradualmente va perdiendo altitud en la península de la Guajira, en el extremo norte de Colombia. En el Perijá se acerca a la Sierra Nevada de Santa Marta, un sistema montañoso aislado de los Andes, formando un valle surcado por el río Cesar.
Las tres cordilleras tienen picos principalmente de formación volcánica de más de 4000 m s. n. m. La Central y La Oriental tienen picos de más de 5000 m s. n. m. cubiertos de nieves permanentes. Muchos de estos volcanes son activos y han causado destrucción y muertes en el pasado debido a las explosiones de gas y ceniza, como también a las avalanchas de hielo y lodo. El occidente del país está sujeto a una mayor actividad telúrica lo que demuestra la inestabilidad de su naturaleza geológica. Al noroccidente de la cordillera Occidental aparece un sistema montañoso llamado serranía del Baudó, que continúa por el Darién girando al oeste hacia Panamá.
Los Andes Centrales se extienden desde el Perú hasta el nevado Tres Cruces, donde se ubica la frontera entre la Argentina y Chile. Es la zona de mayor ancho. Se caracterizan por ser continuos y elevados; no posee un solo paso de montaña por debajo de los 4000 m.[34] La disposición de los cordones montañosos es de dos cordones separados por el 'altiplano andino'.[1] La altitud máxima del tramo norte es el nevado Huascarán (6768 m s. n. m.) y del tramo argentino-chileno, el nevado Ojos del Salado (6891 m s. n. m.).[35][36]
A sur del Nudo de Pasco, los afluentes del río Apurímac conforman una región surcada por numerosos cañones aluviales. Al norte de la cuenca del Apurímac, el Vilcanota también forma un valle aluvial que se inicia en la zona de glaciares que delimitan la Meseta del Collao. Hacia el paralelo 15°S se inicia la Zona Volcánica Central en el Sara Sara. La ya mencionada Meseta del Collao, o simplemente el Altiplano, domina el paisaje al sur de los 15 °C para el sector central de los Andes. en esta altiplanicie se emplazan dos grandes lagos, el Titicaca y el Poopó, que conforman el sistema endorreico más extenso de Sudamérica. La población se concentra más en el altiplano y en la costa periandina como es el caso de la capital peruana, Lima, cuya área metropolitana llega hasta los 950 m s. n. m.
Hacia el paralelo 22°S aparece la Puna de Atacama dominando el occidente de la zona volcánica. El clima es árido frío y el bioma predominante es desértico en el altiplano y sus cordilleras. En los valles el clima es templado la mayor parte del año, cálido verano (20°- 35°) y frío en invierno (5°- 20°).
También llamados meridionales o Andes del Sur, por su latitud se los denomina también Andes extratropicales.[32] Está compuesta por las siguientes subregiones:
Andes áridos: se extienden desde el cerro Tres Cruces hasta el Paso de Pino Hachado (38° 40′ S) Destacan por su aridez.[1] Aquí se encuentran grandes altitudes como el cerro Aconcagua (6960 m s. n. m.), el volcán Tupungato (6638 m s. n. m.) y el cerro Mercedario (6720 m s. n. m.) aunque la altitud promedio desciende. Los pasos son difíciles y escarpados. Al oeste se encuentra la depresión intermedia chilena, un valle longitudinal de entre 10 y 40 km de ancho, que separa los Andes de la Cordillera de la Costa, que apenas supera los 2000 m s. n. m. de altitud.
La cordillera de los Andes forma un eje norte-sur de influencias culturales. Una larga serie de desarrollo cultural culminó con la expansión de la civilización incaica y el Imperio incaico en los Andes centrales durante el siglo XV. Los incas formaron esta civilización a través del militarismo imperialista y de una gestión gubernamental cuidadosa y meticulosa.[37] El gobierno patrocinó la construcción de acueductos y carreteras además de instalaciones preexistentes. Algunas de estas construcciones todavía existen hoy. Devastados por enfermedades europeas a las que no tenían inmunidad y guerras civiles, los incas fueron derrotados en 1532 por una alianza compuesta por decenas de miles de aliados de naciones que habían subyugado (por ejemplo, Huancas, Chachapoyas, Cañaris) y un pequeño ejército de 180 españoles dirigido por Francisco Pizarro.[38] Uno de los pocos sitios incas que los españoles nunca encontraron en su conquista fue Machu Picchu, que yacía escondido en un pico en el borde oriental de los Andes, donde descienden al Amazonas. Las principales lenguas supervivientes de los pueblos andinos son las de las familias lingüísticas quechua y aimara. Woodbine Parish y Joseph Barclay Pentland estudiaron gran parte de los Andes bolivianos entre 1826 y 1827.
Ciudades
En la actualidad, las ciudades más grandes de los Andes son Bogotá, con una población de alrededor de once millones, Santiago, Medellín, Quito y Cali, respectivamente.
La Paz, la sede del gobierno de Bolivia, es la metrópoli más alta del mundo, a una altitud de aproximadamente 3650 m s. n. m. Partes de la conurbación de La Paz, incluida la ciudad de El Alto, se extienden hasta 4200 m (13 780 pies).
Santiago en invierno con la cordillera de los Andes al fondo
Deportes y recreación
La cordillera de los Andes ha atraído al turismo en gran escala debido a las bellezas naturales de la región, las ruinas preincaicas e incaicas en Bolivia, Perú y Ecuador, y la posibilidad de acceder fácilmente a los glaciares en el sur de Argentina y Chile. Próximas a la cordillera se ubican ciudades como San Carlos de Bariloche o Colonia Suiza. Ushuaia posee paisajes contrastantes con los altos picos y el mar. En Venezuela, se encuentra el teleférico de Mérida, siendo este el más alto y el segundo más largo del mundo. En Chile, hay una gran cantidad de centros de esquí y de deportes invernales.
Los Andes presentan condiciones óptimas para la realización de diversos deportes como el montañismo, el senderismo y el balsismo. El esquí, el tablanieve y otros deportes invernales están muy desarrollados en Argentina y Chile. En los Andes de Transición se encuentra la mayor concentración de centros de esquí del hemisferio sur, después de Nueva Zelanda.
Argentina y Chile comparten los picos más altos de los Andes; entre ellos, el Nevado Ojos del Salado, el volcán más alto del mundo[35][42] y la segunda cumbre más alta del continente — de los diez volcanes más altos del planeta, seis son compartidos entre Argentina y Chile, tres están en Argentina y uno en Bolivia. Estas cumbres son seguidas por la cordillera Blanca ubicada en el Perú, la cordillera Real de Bolivia y los Andes ecuatorianos.
En el sur de Perú, cerca del Cuzco, se encuentra la cordillera de Vilcanota, donde está ubicado el glaciar Quelccaya, el glaciar más extenso de toda la zona intertropical del mundo.[43][44] Esta singularidad ha permitido estudiar en sus hielos los cambios climáticos ocurridos en el trópico desde la última era glaciar.
Sería de gran dificultad hacer una lista de los puertos de montaña más elevados de los países andinos dado el gran número de ellos. Por tanto, se hará una lista de los más altos por país ordenados de mayor a menor altitud, según los datos obtenidos en el día de hoy. Se hará discriminación entre puertos pavimentados y no pavimentados, siendo la mayoría de ellos caminos de ripio transitables por coches 4x4.
()1: Está en proceso la pavimentación de la carretera. Apenas se ampliará la carretera para prohibir el paso de vehículos pesados. En definitiva, se busca un corredor turístico para no afectar a la sostenibilidad del Nevado del Ruíz dada su cercanía.[54]
Diversidad biológica
Consta que el ser humano habitó la zona desde hace 12 000 años, poco después de su llegada a América.[55]
Flora
La flora de la cordillera de los Andes comprende especialmente a la provincia fitogeográfica Altoandina, una de las secciones en que se divide el dominio fitogeográfico Andino-Patagónico.[56] Esta provincia fitogeográfica se extiende sobre los Andes y las cumbres de cordilleras próximas a este cordón, desde la cordillera andina de Venezuela y Colombia, a lo largo del oeste de Sudamérica, hasta la isla de los Estados. Su flora se caracteriza por presentar formaciones de estepas herbáceas, en su mayor parte, aunque también se presentan pequeños arbustales en lugares reparados. Dominan gramíneasxerófilas y dicotiledóneas rastreras o en cojín, con numerosos géneros endémicos.
Un grupo de llamas pastando en los Andes bolivianos, la especie está completamente domesticada.
Entre las especies faunísticas características destacan los camélidos sudamericanos. De ellos, el guanaco es el más extendido, viviendo sobre los Andes desde Perú hasta la isla Grande de Tierra del Fuego. En los Andes centrales habita la vicuña, la cual convive con dos especies domésticas: la llama y la alpaca. Todos estos artiodáctilos son predados por el puma y el zorro colorado o culpeo, que prefiere cazar vizcachas de la sierra. Sin embargo, es el cóndor andino el animal arquetípico de esta cordillera, que la habita en su totalidad, desde Venezuela hasta el extremo austral. Los lagos y humedales presentan una alta diversidad de aves acuáticas, la mayoría de ellas son endémicas de las altitudes andinas, destacando la cohabitación de tres especies de flamencos.
Existe una gran cantidad de especies de mariposas endémicas en los Andes. Particularmente el género Catasticta (familia piéride), familia Lycaenidae y las mariposas negras andinas (subtribu Pronophilina, familia Nymphalidae). Con casi un millar de especies, de las cuales aproximadamente 2/3 son endémicas de la región, los Andes son la región más importante del mundo para los anfibios. La diversidad de animales en los Andes es alta, con casi 600 especies de mamíferos (13% endémicas), más de 1700 especies de aves (aproximadamente 1/3 endémicas), más de 600 especies de reptiles (aproximadamente 45% endémicas) y casi 400 especies de peces (aproximadamente 1/3 endémicas).[57]
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